Está científicamente comprobado: ¡Viajar te hace feliz!.
No lo decimos nosotros, sino un estudio realizado por el psicólogo Thomas Gilovich:
“Las personas piensan que gastar el dinero en experiencias no es una decisión tan inteligente como invertir en posesiones materiales. Piensan que las experiencias vienen y se van rápidamente, y creen que al final no tienen nada en comparación a poseer algo material. Pero la realidad es que recordamos las experiencias mucho tiempo después de vivirlas, mientras que nos acostumbramos muy pronto a los objetos que poseemos”.
¿Y qué mejor creador de experiencias que un viaje?
Viajar te permite, a través de la suma de vivencias, una mejora completa en tu vida.
No es necesario viajar alrededor del mundo, alcanza solo con unos días en un lugar desconocido o diferente. En un viaje, estamos obligados a dejar nuestras rutinas de lado, estamos expuestos a situaciones nuevas, desconocidas y a veces inesperadas. Creando vivencias y anécdotas continuamente.
Viajando conectamos con otras personas, otras culturas, otros sabores, otros tiempos, otros climas. Pero también contectamos con nosotros mismos y con quien nos acompaña, de una manera nueva.
Lejos de tu ámbito cotidiano, tenés la oportunidad de redescubrirte, dejando las etiquetas y convenciones atrás. Conocerte un poco mejor lejos de las presiones externas e internas del día a día.
Estando de viaje: Descansas mejor, te moves más, comes diferente. Recibís nuevos estímulos que mantiene tu mente más activa.
Viajando estas invirtiendo en recuerdos…
Y si lo que dice Thomas Gilovich es cierto: Los recuerdos son felicidad
